Thursday, January 7, 2016

Artist and Empire

En uno de los fantásticos obituarios con los que la revista británica The Economist acostumbra a sorprenderme de vez en cuando (ver mi post del 21 de abril de 2015), específicamente con el correspondiente a su último número del año que acabamos de cerrar, se recuerda a Brajraj Kshatriya Bribar Chamupati Singh Mahapatra...

Cuando leí su nombre y vi su foto yo puse la misma cara del que lee estas líneas...:)

Pues este señor fue el último príncipe del Raj Británico, que es como se conoce a la administración colonial británica del subcontinente indio. Este hindú de sangre real falleció el pasado 30 de noviembre a los 94 años. En su juventud cazó todo lo que se cruzó por delante del fusil, por ejemplo 13 tigres y 28 leopardos, cuyas pieles decoraron su residencia en el distrito de Cuttack, en su Reino de Tigiria. Brajraj Mahapatra también llegó a matar un elefante, pero sólo después de que sus subditos se lo rogaran porque el paquidermo en cuestión andaba pisoteando sus cultivos reiteradamente. The Economist nos cuenta que su reinado fue benévolo, tanto que la cárcel de Tigiria no tenía paredes, y que el peor castigo era que el rey rechazara dirigirte la palabra...

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Con la independencia de la India en 1947 la viabilidad económica de su pequeño reino se vió en aprietos, así como su estilo glamuroso de vida. Las deudas le obligaron a vender su residencia real. Cuentan que lo hizo feliz porque el comprador fue una institución educativa para instalar allí una escuela. Al quedarse sin techo, este príncipe compartió un apartamento (al estilo de la serie "Friends") con otros reyes que sufrieron desgracias económicas parecidas; pero al final la nostalgia por el terruño fue insoportable y regresó a Tigiria, donde acabó viviendo en una humilde choza de barro. Sus antiguos súbditos le pidieron que entrara en política, pero él siempre se negó: los reyes, decía con una cierta condescendencia, no debieran suplicar por votos ni inclinarse ante el resto de los mortales...

La revista británica nos cuenta que las pocas veces que abandonaba su choza lo hacía en un rick-shaw de esos que tiran los hombres de castas inferiores. Y que siempre mantuvo un aura de reverencia entre sus subditos, tan leales a su "señor" como siempre. Dicen que nunca fue infeliz en sus años de desgracia económica, una buena parte de ellos siendo ya anciano. Sino, como él decía: "Cómo iba a vivir tantos años?...".

Personajes curiosos como éste los tuvo el Imperio a patadas. Algunos quedaron reflejados en cuadros inmortales. Como el titulado "Gordon´s Last Stand, Khartoum; 26 de enero de 1885", pintado por George Joy y perteneciente a la Galería de Arte de la Ciudad de Leeds. Estos días ese cuadro y otras joyas pictóricas imperiales se pueden ver en una magnífica exposición en la Galería Tate de Londres, hasta el 10 de abril. Yo, que tengo que dar un salto a la capital británica el 15 de abril, me la pierdo por los pelos. Damn!!!

El General "Chinese" Gordon es otro de esos personajes peculiares que parió el Imperio Británico hacia finales del Siglo XIX, durante el reinado de Victoria. Muchos de nosotros lo conocimos a través de la inolvidable película de Charlton Heston "Jartum". La escena final de esta película, con Gordon enfrentando una horda de dervishes antes de ser alcanzado por una lanza se inspira en el cuadro de Joy. Gordon fue un ferviente cristiano, de oficio militar, que antes de aceptar el encargo del Primer Ministro Gladstone de acudir a Jartum a evacuar a británicos y egipcios del cerco del iluminado Mahdi ya había derrotado al Emperador de China en su intento de rebelión contra las potencias extranjeras con presencia en dicho país, y había aceptado la gobernación del Congo Belga por encargo del Rey Leopoldo de Bélgica, entre otros interesantes puntos de su curiosa biografía.


Gordon está ahora enterrado en la Catedral de San Pablo, en Londres. Yo recuerdo encontrarme de repente con su tumba en una de mis visitas a San Pablo allá por 1993, cuando viví en Londres, muy cerquita de dicha catedral. 



En fín...que envidio al que tenga la suerte de darse una vuelta por la Tate Gallery estos días y disfrutar de la exposición "Artist and Empire". A lo mucho que yo llegaré será a comprar el 15 de abril alguna copia del catálogo de esta exposición...

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