Sunday, December 27, 2015

High Lonesome

Las alturas solitarias de los montes Apalaches, entre brumas y bosques de hojas caducas y perennes, fueron el lugar de nacimiento de la música Bluegrass, una variedad musical generalmente adscrita al género Country, que tiene sus raices en la música tradicional de las Islas Británicas, e  influenciada por la música afroamericana. 

Esta Navidad estuve en el Museo Internacional del Bluegrass en la ciudad de Owensboro, en el estado de Kentucky, y allí encontré una de las mejores explicaciones del contexto donde se originó  este estilo musical: "These people, generally known as the Scots-Irish, brought to America with them traditions that profoundly shaped life in the 19th and early 20th century South. Among them was an attraction both to energetic partying -on Saturday night!- and to a fervent, devote religious experience -on Sunday morning!. The music and the emotions of both these moments played important parts in the formation of bluegrass".

Imagen del documental "High Lonesome"

Una banda de Bluegrass generalmente incluye cinco instrumentos, todos ellos de cuerda, nada de percusión: fiddle (violín), contrabajo, guitarra, mandolina y banjo. Al igual que sucede en el jazz, en el Bluegrass cada instrumento de la banda tiene su oportunidad para liderar la melodía de la canción e improvisar sobre ella, mientras el resto acompañan. Las canciones suelen girar en torno a amores que duelen, asuntos espirituales, y a viejos tiempos que no volverán. 

Instrumentos de una banda de Bluegrass (Museo Bluegrass en Owensboro)

El museo de Owensboro es pequeñito, pero muy instructivo. Está dedicado en gran medida al fundador de este estilo musical y a los integrantes de su banda: Bill Monroe and the Blue Grass Boys. En dicho museo está el Bluegrass Music Hall of Fame, donde están las placas de bronce con que cada año los sabios de este estilo musical premian con la inmortalidad a los mejores músicos bluegrass. 

Bill Monroe and the Blue Grass Boys (documental High Lonesome)

Al inicio del recorrido por el museo se proyecta el que probablemente sea el mejor documental que se haya filmado acerca del Bluegrass: High Lonesome. Este título, y la portada del DVD y de su BSO no tienen desperdicio. Son perfectos para ilustrar lo que es el Bluegrass: 


Lo único que yo personalmente eché de menos en este museo es una colección de instrumentos musicales como la que hay en el Museo de Appalachia, en las afueras de Knoxville, en Tennesee, donde estuve la Navidad anterior.

Museo de Appalachia, en Tennessee.

Antes de dejaros con algunas de mis melodías preferidas, quiero aclarar el origen de la palabra Bluegrass. Es un tipo de hierba muy común en el estado de Kentucky, que es famoso por criar los mejores caballos de Estados Unidos. No en vano, en la ciudad de Louisville, a las orillas del río Ohio, se celebra una de las tres carreras de caballos más importantes del mundo (junto con Longchamps en Francia y Ascot en Inglaterra). No es que este tipo de hierba sea azul. La hierba es verde cuando tiene agua, y amarilla cuando hay estío, como en todos los lugares. Lo que la hace merecedora de ese bello nombre es su semilla, que ciertamente tiene un tono azulado. Y así es como se ven los campos de Kentucky cuando recién se ha sembrado esta variedad: Azules.

Espero que disfruteis de esta pequeña selección de Bluegrass tradicional:


Free Born Man

Jerusalem Ridge


Body and Soul

Muddy Waters

Gloryland


Y para cerrar esta selección, me imagino que alguno se acordará de la banda sonora de esta película...;)

Man of Constant Sorrow

Thursday, December 10, 2015

The Voice

El otro día, haciendo espera en el Ministerio de Planificación de un país sudamericano para entrar en una reunión con un viceministro, su secretaria tenía la radio encendida y de repente sonaron las notas de la legendaria canción de los Rolling Stones "I can´t get no satisfaction". Mi mente voló hacia finales de mi época de pubertad, cuando tras haber absorbido toda la discografía de los Beatles, descubrí la maravillosa interpretación que bandas británicas como los Stones, Animals, Manfred Mann, etc, etc., hicieron del Rythm & Blues americano. A mi los Stones siempre me parecieron la hostia. Escuchar el susodicho tema y seguir su ritmo con mi pie es, y siempre fue, inevitable, en cualquier circunstancia. Hasta en un ministerio de planificación y con todos mis colegas tirados por los suelos de risa al ver mi absoluto descontrol ante las notas de esa canción tan cañera.



"Paint it, Black", "Some girls", "Get off of my cloud", y las adaptaciones de las canciones de Chuck Berry "Come on" y de Bob Dylan "Like a rolling stone" están entre mis favoritas.



También lo está "Bitter Sweet Symphony", una maravillosa canción que compusieron Jagger y Richards y que la banda The Verve interpretaron magistralmente.


Y por supuesto no puedo dejar de citar la inolvidable "You got the silver", compuesta por el loco de Keith Richards, y que en voz de mi cantante favorita de Bluegrass Aoife O´Donovan suena sensual a más no poder (esta versión la dejo para otro post; hoy os comparto la de Richards):



Pero como escribía hoy el periodista George F. Will en el Washington Post:

"This is one kind of popular music:
I can´t get no satisfaction,
I can´t get no girl reaction.

And this is Sinatra´s kind:
The summer wind came blowin´ in from across the sea.
It lingered there, to touch your hair and walk with me.
All summer long we sang a song and then we strolled that golden sand.
Two sweethearts and the summer wind.
Like painted kites, those days and nights, they went flyin´ by.
The world was new beneath a blue umbrella sky.
Then softer than a piper man, one day it called to you.
I lost you , I lost you to the summer wind.
The autumn wind, and the winter winds, they have come and gone.
And still the days, those lonely days, they go on and on.
And guess who sighs his lullabies through nights that never end.
My fickle friend, the summer wind."

A su salud Maestro, donde quiera que su alma ronde, en el centenario de su nacimiento...


Wednesday, November 18, 2015

Morse and Opera

Una vez me preguntaron cual era mi método para descubrir y explorar nuevos estilos musicales, canciones, autores, artistas, etc. Respondí que no tenía un método único.

Cuando no existía internet, ni Amazon con sus recomendaciones de CDs a partir del historial de compras previas, uno de mis métodos era a través de la literatura musical. Leer libros que trataban sobre estilos musicales donde se citaban bandas, solistas que yo desconocía, pero que eran afines a la música que me gustaba. Los artículos de críticos musicales de periódicos y de revistas especializadas también servían para este propósito.

Debido a mi timidez, preguntar a dueños de tiendas discográficas estaba generalmente descartado. A lo sumo, en algún bar donde sonaba una canción que me gustaba me atrevía a preguntarle al camarero (nunca al DJ) por su título.

Otras veces leía directamente en las portadas de los discos o en su interior los nombres de los músicos que participaban en la grabación, o mejor aún, el de los productores, para luego buscar otros discos en los que hubieran participado. Por ejemplo, entre los músicos que han ejercido de productores hay uno, T-Bone Burnett, que no me ha fallado nunca.

Con la ópera también la literatura especializada me ha ayudado. Hay mucho libro para introducirte dulcemente en este fascinante estilo musical. Pero aquí, en mi caso, debo mencionar la inestimable ayuda de mi querido Inspector Morse.

El Inspector Morse es un personaje de ficción inventado por el escritor británico Colin Dexter. Morse es el arquetipo de caballero británico pero de clase media, metido a detective, inteligente, culto, amante de la ópera (sobre todo de la compuesta por Wagner), dado al romance, propietario de un coche Jaguar, y aunque huraño en el trato, muy apreciado por quien le llega a conocer.

Yo conocí al Inspector Morse no por los libros de Dexter sino a través de una serie de TV homónima protagonizada por el actor John Thaw y que fue transmitida en el Reino Unido entre los años 1987 y 2000. En el 2012 lanzaron nuevos episodios pero adoptando la serie otro título (Endeavour, que es el nombre de pila de Morse), y narrando los comienzos de su carrera profesional como detective del Departamento de Investigación Criminal de Oxford. En esta precuela, el actor que da vida a Morse es uno de mis favoritos nuevos valores del panorama cinematográfico y televisivo británico: Shaun Evans.

Inspector Morse. Shaun Evans (2012-) y John Thaw (1987-2000)

En todos los episodios que he visto de esta serie, siempre se incluye una escena donde Morse se relaja en su casa, solitario, escuchando ópera. Y así fue, hace años leyendo en los títulos finales de cada episodio, o más recientemente aprovechando las facilidades que las tabletas modernas ofrecen, que he ido descubriendo las óperas favoritas de este detective-caballero británico.

Una de ellas, Fausto (basado en la obra de Goethe), del compositor francés Charles Gounod (1818-1896) es la que estoy escuchando con mucha asiduidad estos días...




Sunday, November 8, 2015

Parting

El otro día leyendo la novela gráfica "El Caminante" de Jiro Taniguchi me encontré con esta perla de sabiduría: "Las separaciones siempre son tristes, pero aún son más tristes cuando la felicidad es muy grande".



God damned @

Cada vez que recibo un correo encabezado por un "Estimad@s" un escalofrío me recorre la espalda...y pienso: "otro pobre que tuvo un mal profesor de lenguaje en el colegio"...

El otro día un colega me entregó unos términos de referencia de una consultoría para que los revisara. Cuando llegué a la sección donde se describía el perfil leí: "Se busca candidato/a..." y me volvió a dar el escalofrío. Ni corto ni perezoso compartí con él las sabias palabras del premio Nobel de literatura de 1953, Sir Winston Churchill (sí, además de literato fue Primer Ministro británico un par de veces): "It is always the grammarian´s answer that man embraces woman, unless otherwise stated in the text". Y le aclaré que esa regla gramatical de la lengua inglesa acerca del género neutro aplica por igual al castellano.

Saturday, November 7, 2015

The Beauty Of The Misty Noise

Recuerdo cada instante, mirada, boca, beso, caricia, rostro, reflejo en el cabello, curva, risa, sonrisa, lágrima, frase, poema, palabra dulce, sueño, abrazo reconfortante, amanecer y atardecer que me han sacudido de raíz en la vida.

En cuanto a la música, ha habido muchos momentos absolutamente sublimes. Es mucha la música que he tenido la fortuna de escuchar, de disfrutar. Pero si tuviera que quedarme con uno solo de esos momentos probablemente sería cada vez que escucho el adagietto del cuarto movimiento de la Quinta Sinfonía de Mahler. Hoy, más de 22 años desde que lo escuché por primera vez, continúa provocándome la misma reflexión: cómo es posible tanta belleza?...

Sin embargo, admito que no siempre busco comfort en música tan elaborada. Con los primeros fríos otoñales, cuando las hojas de los árboles alcanzan el color cobrizo antes de desprenderse para siempre de las ramas, en esos días de noviembre en los que el sol apenas acaricia, cuando a veces siento que el mundo se derrumba, me gusta refugiarme en canciones a las que llamo "ruido brumoso". Guitarras con una sutil cadencia, que parecen desgarrar, acompañadas de voces que susurran o que lamentan, percusión lenta y poquísima floritura, en ocasiones algunas notas de órgano. El amigo Plant es, en este tipo de canciones, una fuente inagotable de recursos.

Ahí os dejo algunos de esos inolvidables ruidos brumosos que me confortan en otoño:

Silver Rider - Robert Plant

Monkey - Robert Plant


Nothing - Robert Plant & Alison Krauss

Let me in - REM

Pass you by - Gillian Welch

Thursday, September 3, 2015

The Doors of Perception

Los Beatles lanzaron en 1967 el LP que probablemente sea el más influyente de la música popular del siglo XX: Sgt. Pepper´s Lonely Hearts Club Band. También fue el album más vendido de aquel año. No es que ambos logros deban estar necesariamente relacionados en todas las épocas musicales, ni tampoco deban estar reñidos, pero el tiempo siempre pone las cosas en su sitio. Y hoy poca gente se atreve a cuestionar la sabiduría musical de la juventud de finales de los sesenta y principios de los setenta. Yo pertenezco a una generación musical posterior, la de los ochenta, que con todos sus aciertos, admito que jamás le llegó a la suela del zapato en conocimiento y gusto musical a la generación de finales de los sesenta. Las cosas como son.

En la lista de LPs más vendidos del 1967, tras la obra maestra de los Beatles se ubicó el primer disco de la banda californiana The Doors, con título homónimo. The Doors estaba integrada por Jim Morrison (vocalista), Ray Manzarek (teclados), Robbie Krieger (guitarra) y John Densmore (batería). Entre 1967 y 1971, cuando falleció Morrison, líder indiscutible de la banda, lanzaron 6 LPs de estudio, y un par de recopilaciones, además de un directo. Posteriormente a 1971, el trío de supervivientes sacaron tres LPs adicionales.

Tengo dificultad en recordar cómo llegué a dar con el primer disco de esta banda. En aquella época no había internet, y la literatura musical accesible a un chico de provincias en España era súuuuuper limitada. Probablemente me encontré con The Doors por casualidad. Debí leer algo de ellos en el texto del LP de otra banda o qué se yo, me debió de llamar la atención la carátula de su primer disco.

Pero lo que sí tengo claro es que yo pocas veces en mi vida he sentido la fé. Quizás cuando tomé la decisión de comulgar a mis 17 años (los curas se encargaron rápidamente de hacérmela perder), un par de veces más por temas que no vienen a cuento en este blog, y principalmente toda la época de mis 20-21 años en la que Jim Morrison era Dios Padre Todopoderoso Sobre La Faz De La Tierra. A día de hoy, en la que fuera mi habitación en casa de mis padres quedan pocos recuerdos de mi paso por allí, pero una de los que sobrevive es un calendario de 1991 que conmemora el 20 aniversario del fallecimiento de Morrison, con una de las fotografías más famosas que le hicieron en vida.

The Doors abrieron las puertas de mi percepción musical. Literalmente.

Mis canciones favoritas de la banda se reordenaban constantemente, conforme escuchaba sus LPs y descubría matices que en las primeras audiciones pasaban desapercibidos en mis oídos en formación. A día de hoy me quedaría con dos temas de su último LP titulado L.A. Woman (1971): la canción homónima, y Riders on the Storm. Esta última canción la escuché después de dejarla muchos años en el olvido mientras cruzaba en coche la Reserva de los Indios Navajo en Arizona, siguiendo la antigua Ruta 66, y con una tormenta encima. Momento mágico como pocos en mi vida.



Como escribir un post sobre The Doors y no mencionar las siguientes canciones me parecería pecado, ahí va una selección personal:

Del LP "The Doors" (1967): Back Door Man, Light My Fire, The End y Soul Kitchen.
De "Strange Days" (1967) Love Me Two Times.
De "Waiting for the Sun" (1968): Hello I Love You, Love Street y Wintertime Love.
De "The Soft Parade" (1969): Touch Me.
De "Morrison Hotel" (1970), por Dios qué discazo!!!!: Roadhouse Blues, You Make Me Real, Peace Frog, Blue Sunday, Land Ho!, Queen of the Highway e Indian Summer.

En vida de su cantante sacaron un LP en directo "Absolutely Live" en 1970. Y tras su muerte, varios de este tipo. A cual mejor.

Por cierto, en American Prayer (1978) descubrí el Adagio de Albinoni, que suena de fondo mientras Morrison recita un poema. Espero que los fanáticos de la música clásica me perdonen (yo soy uno de vosotros también...lo juro!!!!).

En fín, Morrison la palmó en julio de 1971 en Paris, tras varios años de consumir de todo. Las condiciones de su muerte no están muy claras y hay gente que, al igual que sucede con Elvis, se piensa que todavía está vivo.

Yo a The Doors los viví intensamente. Como no podía ser de otra manera con una banda única, legendaria. Y así como llegaron, repentinamente, como alguno de esos amores que nos sacuden de raíz, se marcharon de mi vida, salvo en las contadas ocasiones que reaparecen con intensidad, como la que he mencionado antes, mientras cruzaba Arizona.

Porqué cuento esto ahora? Pues porque este verano en España me di de bruces con un triple CD titulado "The Many Faces of the Doors" que estoy disfrutando estos días muchísimo. En uno de los tres CDs, titulado "Now and Then...", he apreciado la música del único hijo reconocido de Jim Morrison, llamado Cliff Morrison, que canta casi como su padre. De hecho, en una de las dos canciones del CD introducen unas pocas palabras recitadas por el propio Jim, lo cual llega a conmover:



También incluyen canciones de una oscura banda llamada Phantom, cuyos integrantes fueron todo un misterio durante años, y que en 1974 (tres años después de la muerte de Morrison en París) publicaron un disco donde uno realmente se cuestiona si Jim murió realmente o no.


En el segundo CD, titulado "The Songs" se presentan versiones de las canciones más famosas de la banda interpretadas por otros grupos. A mi me encantó la interpretación de los daneses Raveonettes del legendario "The End":


Y en el tercer CD, titulado "The Roots" se rinde homenaje a los blues y música de bodevil en la que The Doors se inspiró para interpretar y componer muchas de sus joyas musicales. Podría incluir aquí canciones de leyendas del blues como John Lee Hooker, Howlin´Wolf, Bo Diddley o Muddy Waters, pero quiero cerrar este post con una curiosidad: la obra del poeta y dramaturgo alemán Bertol Brecht titulada "Alabama Song", musicalizada por su compatriota Kurt Weill, que fue incluida en la Opera "Caoba" e interpretada por su esposa Lotte Lanya:


Long Live The Lizard King...Long Live The Doors!!!!!

Thursday, July 2, 2015

Dixie Flag

Estas últimas semanas ha habido un revuelo en Estados Unidos acerca de la bandera confederada con motivo del asesinato a sangre fría de varios feligreses de raza negra en una parroquia de Carolina del Sur, a manos de un supremacista blanco. Es una verdadera pena que idiotas como éste se hayan apropiado de una bandera tan chula y que significa tanto para gente de lo más decente. Pero así es la vida. Y sino que se lo digan a los vascos.

El caso es que este episodio ha desembocado en una carrera populista en la que compañías a las que tanto admiraba, como Amazon o eBay, han decidio prohibir la venta en sus sitios web de la enseña confederada. Personalmente creo que el racismo en este país no se resuelve con gestos así. Esto es populismo del barato, de ese que gusta tanto al Partido Demócrata, y peor aún, para algunos raya en un irrespeto a la maravillosa Primera Enmienda de la Constitución que es la que defiende una de las libertades que han hecho admirable a este país: la Libertad de Expresión.

Dejando polémicas aparte, quería aprovechar estas circunstancias para explicar un poquito la evolución de la enseña del sur, la Dixie Flag, como aquí le llaman. A mi personalmente es, desde un punto de vista estético,  de las banderas que más me gustan.

La bandera rectangular que hoy conocemos como bandera confederada, ondeada en multitud de conciertos y en carreras de coches, así como lamentablemente adoptada como símbolo por idiotas supremacistas como el que antes mencionaba, nunca fue bandera oficial de la Confederación.



La primera bandera oficial de la Confederación fue la llamada "Estrellas y Barras", con un diseño similar a la bandera austríaca, no en vano su autor fue un prusiano, que incluía inicialmente siete estrellas agrupadas en círculo, una por cada estado secesionista. Variaciones de esta bandera, a la que se le añadieron más estrellas (hasta trece) conforme más estados se unían a la Confederación, fue la oficial del gobierno sureño entre 1861 y 1863.



Fue desplegada en las primeras batallas de la Guerra de Secesión, como Manassas, pero dada su semejanza con la bandera de la Unión, el ejército confederado que operaba en el este del país, comandado por el General Robert E. Lee, la sustituyó por otra insignia que no indujera durante el fragor de la lucha a la confusión entre los soldados. A dicha insignia se le denominó la bandera de guerra del ejército de Virginia del Norte. Esa bandera es como la Dixie Flag que todos conocemos pero en vez de ser rectangular es cuadrada.


Como decía antes, la "Estrellas y Barras" fue utilizada por el gobierno confederado (salvo en el campo de batalla) entre 1861 y 1863, cuando fue sustituida por la llamada Bandera Impoluta (o sin manchas), que combina la enseña guerrera del ejército de Lee con un fondo blanco.



Esta enseña fue reemplazada casi al final de la guerra, en 1865, por la llamada Bandera Manchada de Sangre, que es como la impoluta pero con una flanja vertical roja.



A mi esta última bandera me encanta. Y por eso, el otro día, cuando salió la noticia de que tanto Amazon como eBay iban a prohibir la venta de estas banderas en sus sitios web, corrí a encargar una en algodón y con las estrellas bordadas en seda. Para mi colección de banderas desparecidas, donde tengo, entre otras, la bandera republicana española o la de la difunta RDA, comprada en Berlín Oriental en 1980.

Monday, June 29, 2015

Americana

Americana es un tipo de música folclórica, amalgama de varios estilos puramente americanos como el country, el bluegrass, el R&B y el Blues, entre otros, donde los instrumentos acústicos juegan un papel preponderante, pero donde no es nada extraño encontrarse con una banda eléctrica al completo. Cuando sintonizas melodías en la radio del coche mientras conduces por territorio americano, es difícil evitar canciones de Americana. 

Dada su afinidad con otros estilos más puros, es frecuente confundirla. Yo fuí consciente de que se trataba de un estilo musical propio al escuchar un CD de uno de sus músicos más famosos, Robert Earl Keen (REK), en el que incursionaba en el estilo americano que más me gusta, el Bluegrass. El CD en cuestión se titulaba The Bluegrass Sessions. De este CD destacaría la canción 52 Vincent Black Lightning, que narra la pasión desmedida de un pícaro por esa icónica motocicleta americana y por las pelirrojas ("...red hair and black leather, my favorite color scheme..."). A partir de ese maravilloso CD fui descubriendo joyas de su repertorio Americana, y me encontré con canciones como For Love o Feelin´ Good Again. Si alguna vez teneis que echar millas por carreteras americanas, este estilo musical y cualquiera de las canciones de REK son buenísimos acompañantes. Os dejo los links a la terna de canciones seleccionadas. Enjoy them!






Tuesday, June 9, 2015

Wisdom (II)

Definition of Socialist: Someone who does not care what you do as long as it is mandatory.

Monday, June 8, 2015

Lied (Art Song)

Lied es una canción artística alemana, una maravillosa combinación de poesía y música, que te llega al corazón. Las primeras que se conocen datan del siglo XII y fueron obras de los llamados minnesingers, una especie de trovadores poetas que cantaban historias de amor cortesano. En el siglo XVI, antes de decaer frente a estilos músicales italianos más en boga, las letras de amor fueron remplazadas por textos sacros, convirtiéndose en un vehículo ideal para divulgar el Protestantismo en Centroeuropa. El Romanticismo de finales del siglo XVIII y XIX dió nuevos bríos a la poesía popular y muchos poemas fueron musicalizados por los grandes compositores de la época. Entre ellos cabe destacar a Franz Schubert, Robert Schumann, Johannes Brahms y Hugo Wolf.
Yo conocí este género musical por casualidad. Durante la feria de discos y libros de segunda mano que organizaba cada abril el colegio Sagrado Corazón en Bethesda, en el área metropolitana de Washington DC, me crucé con un CD de la compañía Philips de 1982, que contenía las Cuatro Ultimas Canciones de Richard Strauss, interpretadas por la soprano americana Jessye Norman, acompañada por la Orquesta Gwandhaus de Leipzig, dirigida por Kurt Masur. Estas cuatro canciones fueron compuestas por Strauss en 1948, pocos meses antes de su muerte. Las canciones se titulan Primavera, Septiembre, Cuando me duermo y En el ocaso. La letra de las tres primeras son poemas del premio Nobel Hermann Hesse. La cuarta, para mi la más hermosa de todas, de Joseph von Eichendorff. El estreno mundial de estas cuatro canciones fue en 1950, con Strauss ya enterrado, en el Royal Albert Hall de Londres, interpretadas por la soprano Kirsten Flagstad. La discografía oficial incluye más de 80 grabaciones de estas Lieder (canciones). Yo he escuchado varias de esas grabaciones, no todas, por supuesto. Pero la de Jessye Norman me sigue pareciendo la mejor.
Cuando las escuché por primera vez me sacudieron de raíz. Y a día de hoy, las cante quien las cante, me siguen estremeciendo. El otro día llevé a mi hijo mayor a su primer concierto de música clásica en el que participaba una voz humana. Elegí esta obra, interpretada por la soprano Heidi Melton, y acompañada por la Orquesta Sinfónica de Baltimore dirigida por Markus Stenz. Fue en el Strathmore de Rockville, en Maryland.  
Admito que se me ha hecho un nudo en la garganta y se me han humedecido los ojos escuchando en directo All your love de John Mayall en el Rincón de Goya del Parque Primo de Rivera de Zaragoza, So begins the task de Stephen Stills en el Wolf Trap de Virginia, el Carmina Burana de Carl Hoff interpretado por el Orfeón Donostiarra en la Iglesia de Santiago de Zaragoza, Take five de Dave Brubeck en el Teatro Principal de Zaragoza, Sweet little sixteen de Chuck Berry en Bristol, Blue Hotel de Chris Isaak en el Teatro Warner de Washington DC...y qué narices!, también el How many lies de Spandau Ballet en la Plaza de Toros de Zaragoza, con 16 años recién cumplidos...entre otras canciones.
Pero confieso que nunca he derramado las lágrimas que me salieron en el Strathmore de Rockville escuchando esas cuatro canciones sublimes.
Dejo aquí un link a estas cuatro perlas germánicas:

Sunday, May 31, 2015

The first CD I had in my hands

El primer CD que tuve en mis manos fue el legendario Brothers in Arms de los británicos Dire Straits. Fué en Whitstable, en el sureste de Inglaterra, en el verano de 1985. Me lo enseñó Rodrigo, el hermano de una niña española con la que al verano siguiente, en York, pasé uno de esos atardeceres de adolescencia que dejan su impronta para siempre.


Brothers in Arms, y en particular su canción homónima, son obras maestras. Sin embargo, he de confesar que Dire Straits nunca alcanzaron el rango de dioses en mi altar musical particular. De hecho, vinieron a tocar a Zaragoza y no fuí a su concierto. Tuve un amigo en el COU, Alfredo, que le fascinaban.

Sé que la banda se deshizo en algún momento. Y a su líder, Mark Knopfler, le tenía perdida la pista desde hace años. Me sonaba que había formado otra banda, y que había sacado discos en solitario, pero nunca le puse mucha atención, la verdad.

Hasta que el otro día, al hacer una de esas compras en Amazon, me llegó una recomendación de CDs afines a la música que suelo comprar, y entre ellos estaba uno de Knopfler. Hice click y me salieron varios de su repertorio en solitario. Y hubo uno que me llamó la atención por por una tontería que no tiene nada, o casi nada, que ver con la música: la portada del CD. Era una fotografía en blanco y negro, de dos campesinos españoles (lo supe por las esparteñas de él), bailando en una cocina sencilla, rústica, que me recordó mucho a la de una casa en la que pasé veranos de niño. Al campesino no se le ve el rostro, pero parece que le está dando un beso a ella con mucha ternura, muy cerca de los labios de ella. A ella se le ve un poquito más su cara, parece que tiene los ojos cerrados. Ambos tienen una de las manos entrelazada a la del otro, ella su derecha, él su izquierda. Se intuye que el brazo derecho de él la abraza a ella de la cintura, mientras ella apoya su izquierdo entre el cuello y hombro de él. Se nota que su mano ejerce una ligera presión, como de pasión, en él. En la mano de ella, se ve brillar una alianza, Luego he podido saber que esta fotografía fue tomada en algún lugar de Valencia, en los años cincuenta.



La música de The Ragpicker´s Dream destila folk de raices americanas por los cuatro costados, aunque hay numerosas referencias a lugares de Inglaterra. Y como he podido leer a un crítico musical, y concuerdo con él plenamente, las canciones son bucólicas, perfectas para un domingo de lluvia en casa. 

Mi selección particular se la llevan estas tres:

Hill Farmer´s Blues

You don´t know you´re born

Why Aye Man





Thursday, May 28, 2015

Wisdom

"IF GOVERNMENT IS THE ANSWER, THEN IT WAS A STUPID QUESTION"


South of the Mason-Dixon Line

Suspicious Minds de Elvis Presley siempre estará entre mis cien canciones preferidas.


Y más recientemente, su versión de la canción de Gordon Lightfoot Early Morning Rain, que grabó en el primer concierto de la historia transmitido por vía satélite (recuerdan "Aloha from Hawai"?), forma parte de esa colección de recuerdos íntimos asociados a momentos muy especiales de mi vida.



Como buen amante del rock´n´roll, he peregrinado a Memphis, en el estado de Tennessee. Y sí, he estado en Graceland, la mansión de Elvis. En mi vida había visto tanto disco de oro y platino juntos. La salas dedicadas a los premios y reconocimientos de su corta vida te abruman. Al igual que lo llamativo de la decoración de todas y cada una de las salas de su casa. Su tumba me puso los pelos de punta.

He recorrido la carretera que hay entre Memphis y Nashville, la misma que transitaba Elvis en su cadillac dorado para acudir al estudio de grabación de la RCA Victor. Confieso haber derramado lágrimas de emoción dentro de ese estudio al escuchar las grabaciones originales de Crying in the chapel y Are you lonesome tonight dentro de las mismas cuatro paredes donde Elvis las grabó hace ya más de medio siglo. Fue como tenerlo cantando en mi oido, solo para mi.



He ido a ver el cadillac dorado de Elvis que hay dentro del Country Music Hall of Fame en el mismo Nashville.

Pocas veces he bailado en mi vida, pero admito que una de ellas fue con mi hermana Adriana al son de Blue Suede Shoes, en una sala de baile en el sur de Inglaterra.

Considero que muy poquitos discos de música country han llegado a gustarme tanto como su "I´m 10,000 years old".

Y Little less conversation me parece una de las canciones más cañeras que he escuchado y me encanta ese ritmo discotequero que le metieron en el 2002.



Pero he de confesar que al sur de la línea Mason-Dixon, que es la divisoria entre el Norte y el Sur de Estados Unidos, Waylon Jennings es el Rey.

Si alguno ha escuchado la canción de Don McLean American Pie, cuando dice aquello de "the day the Music died..." se refiere al accidente de avioneta en el que fallecieron tres grandes del Rock´n´Roll: Buddy Holly (revisad los primeros discos de los Beatles y encontraréis varias de sus canciones), Ritchie Valens (La Bamba) y ´Big Booper´ Richardson (Chantilly Lace). En esa avioneta debía haber viajado Waylon Jennings, pero cedió su asiento a Richardson, porque parece que éste llevaba un catarro de aupa. Aquel gesto generoso le regaló años de vida. Y a sus fans como yo, canciones como la copa de un pino.

Me gustan muchas, pero hay dos que son rebeldes a más no poder:

Lonesome on´ry and mean


Y todo un alegato contra el "establishment" de la música country en Nashville, explicado por otro de los grandes, Johnny Cash:

Are you sure Hank done it this way?




Monday, May 18, 2015

The English Constitution (II): the efficient parts


The efficient secret of the English Constitution may be described as the close union, the nearly complete fusion of the executive and legislative powers. This connecting link is the cabinet. By this I mean a committee of the legislative body selected to be the executive body. The legislature has many committees, but this is its greatest. It chooses for this, its main committee, the men in whom it has most confidence. Thus, whereas the Queen is at the head of the dignified part of the constitution, the prime minister is at the head of the efficient part. However, this first magistrate differs from the American. He is not elected directly by the people; he is elected by the representatives of the people. He is an example of "double election". The legislature chosen to make laws, in fact finds its principal business in making and in keeping an executive. The leading minister so selected has to choose his associates, but he only does so among a charmed circle. This patronage is exercised under close and imperative restrictions by the legislature. 
The cabinet, though it is a committee of the legislative assembly, is a committee with a power which no assembly would have been persuaded to entrust to any committee. It is a committee which can dissolve the assembly which appointed it; it is a committee with a suspensive veto, a committee with a power of appeal. The chief committee of the legislature has the power of dissolving the predominant part of the legislature and, in fact, on critical occasions the legislature itself. The English system, therefore, is not an absorption of the executive power by the legislative power; it is a fusion of the two. Either the cabinet legislate and act, or, if not, it can dissolve. It is a creature, but it has the power of destroying its creators.
The English system has its great competitor in the presidential system. The characteristic of it is that the President is elected from the people by one process, and the House of Representatives by another. The independence of the legislative and executive powers is the specific quality of presidential government, just as their fusion and combination is the precise principle of cabinet government.

From The English Constitution; by Walter Bagehot (1867)

Tuesday, May 12, 2015

Southern Rock

De la música que ha parido este seductor país en el que vivo, poca me ha llegado más al corazón que el rock sureño.

Hoy quiero compartir en este blog una selección de seis canciones de mis tres bandas favoritas de este estilo musical.

Comienzo por la obvia, la que todos conocen y seguro han escuchado hasta la saciedad:

"Sweet Home Alabama" de Lynyrd Skynyrd:


Otra de la misma banda, mucho menos conocida, pero con una letra que llega mucho más al corazón:

"One more time":


Cambiando de tercio, y haciendo parada en la banda por excelencia de rock sureño: The Allman Brothers Band

Como no podía ser de otra manera: "Jessica", de su legendario LP "Brothers and Sisters":


Mi selección personal de los Allman se va para una canción de uno de los hermanos, Gregg: "Come and Go Blues". Esa letra...


Y cierro con dos canciones de una banda menos conocida en Europa pero que se merece estar junto con Lynyrd Skynyrd y Allman Brothers Band en esta breve selección de Rock Sureño: The Marshall Tucker Band. Hace un par de semanas estuve escuchándolos en el Club Birchmere, en Virginia, y me emocioné. Por Dios qué música...

La primera canción, "Can´t you see". Esta la han versioneado monstruos de la música Country como Waylon Jennings y Hank Williams Jr. No sé qué es mejor en esta canción, si la letra o la melodía:


Dejo "Take the highway" para el próximo blog e incluyo aquí a "Windy City Blues", esto es, el blues de Chicago. En portugués la traducirían algo así como "Saudades da minha terra", que en el caso de esta banda no es otra que Carolina del Sur:


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Monday, May 11, 2015

Labour party...

1. C. Attlee (Labour PM 1945-1951) to W. Churchill (Tory PM 1940-1945 & 1951-1955) when meeting in the urinal trough: "Feeling standoffish today, are we, Winston?".
Churchill´s response: "That´s right. Every time you see something big, you want to nationalise it".

2. W. Churchill on Labour policies: "The difference between our outlook and the Socialist outlook on life is the difference between the ladder and the queue. We are for the ladder: Let all try their best to climb. They are for the queue: Let each wait in his place till his turn comes".

3. Labour voters and politicians just do not get it right. For them, the solution to every single problem is always the same: more taxes. So good that Britain spoke loud and clear last Thursday!!!


Sunday, May 10, 2015

Gentle On My Mind

One of the best Country songs ever.

A perfect match of title, lyrics and music.

I could never get tired of it...;)




The English Constitution (I): the dignified parts.


No one can approach to an understanding of the English institutions unless he divides them into two classes: First, those which excite and preserve the reverence of the population, the dignified parts; and next, the efficient parts, those by which it, in fact, works and rules. Every constitution must first gain authority, and then use authority; it must first win the loyalty and confidence of mankind, and then employ that homage in the work of government. The dignified parts of government are those which bring it force, which attract its motive power. The efficient parts only employ that power. The former raise the army, though they do not win the battle. The elements which excite the most easy reverence will be the theatrical elements; those which appeal to the senses, which claim to be embodiment of the greatest human ideas; that which is brilliant to the eye. They are far from being the most useful, as they are likely to be adjusted to the lowest orders, those likely to care least and judge worst about what is useful. For this purpose, and other things being equal, yesterday´s institutions are by far the best for today; they are the most ready, the most influential, the most easy to get obeyed, the most likely to retain the reverence which they alone inherit, and which every other must win. We must not expect the oldest institutions to be the most efficient. We must expect what is venerable to acquire influence because of its inherent dignity; but we must not expect it to use that influence so well as new creations apt for the modern world. The English Constitution has two capital merits: it contains a simple efficient part which, on occasion, and when wanted, can work more simply and easily, and better than any instrument of government that has yet been tried; and it contains likewise historical, complex, august, theatrical parts, which it has inherited from a long past, which take the multitude.


From The English Constitution; by Walter Bagehot (1867)



Tuesday, April 21, 2015

The obituaries of The Economist

I am subscribed to the British magazine called The Economist. This weekly newspaper was first published in 1843. Walter Bagehot, author of The English Constitution, was among its early editors. The Economist contains leading articles in which "free-trade principles are most rigidly applied to all the important questions of the day". Topics range from finance and economics, to politics, arts, science, and business, among others. It has sections devoted exclusively to the UK (Bagehot), the US (Lexington), Latin America (Bello), Europe (Charlemagne), Business (Schumpeter), and it also includes books reviews and sets of economic and financial indicators. Before reading the Bagehot section that covers UK´s politics, it is the weekly obituary of this magazine that gets my full attention. These obituaries are usually dedicated to global leaders, top economists, Nobel prize winners, universal artists, philanthropists and such. However, from time to time, the editors surprise me with hardly known, unique characters. To me, it is in those obituaries that this weekly publication excels. I would like to share one of the best I have ever read. Pure gold. Enjoy it!

BILL MILLIN
Piper at the D-Day landings, died on August 17th 2010, aged 88


ANY reasonable observer might have thought Bill Millin was unarmed as he jumped off the landing ramp at Sword Beach, in Normandy, on June 6th 1944. Unlike his colleagues, the pale 21-year-old held no rifle in his hands. Of course, in full Highland rig as he was, he had his trusty skean dhu, his little dirk, tucked in his right sock. But that was soon under three feet of water as he waded ashore, a weary soldier still smelling his own vomit from a night in a close boat on a choppy sea, and whose kilt in the freezing water was floating prettily round him like a ballerina's skirt.
But Mr Millin was not unarmed; far from it. He held his pipes, high over his head at first to keep them from the wet (for while whisky was said to be good for the bag, salt water wasn't), then cradled in his arms to play. And bagpipes, by long tradition, counted as instruments of war. An English judge had said so after the Scots' great defeat at Culloden in 1746; a piper was a fighter like the rest, and his music was his weapon. The whining skirl of the pipes had struck dread into the Germans on the Somme, who had called the kilted pipers “Ladies from Hell”. And it raised the hearts and minds of the home side, so much so that when Mr Millin played on June 5th, as the troops left for France past the Isle of Wight and he was standing on the bowsprit just about keeping his balance above the waves getting rougher, the wild cheers of the crowd drowned out the sound of his pipes even to himself.
His playing had been planned as part of the operation. On commando training near Fort William he had struck up a friendship with Lord Lovat, the officer in charge of the 1st Special Service Brigade. Not that they had much in common. Mr Millin was short, with a broad cheeky face, the son of a Glasgow policeman; his sharpest childhood memory was of being one of the “poor”, sleeping on deck, on the family's return in 1925 from Canada to Scotland. Lovat was tall, lanky, outrageously handsome and romantic, with a castle towering above the river at Beauly, near Inverness. He had asked Mr Millin to be his personal piper: not a feudal but a military arrangement. The War Office in London now forbade pipers to play in battle, but Mr Millin and Lord Lovat, as Scots, plotted rebellion. In this “greatest invasion in history”, Lovat wanted pipes to lead the way.
He was ordering now, as they waded up Sword Beach, in that drawly voice of his: “Give us a tune, piper.” Mr Millin thought him a mad bastard. The man beside him, on the point of jumping off, had taken a bullet in the face and gone under. But there was Lovat, strolling through fire quite calmly in his aristocratic way, allegedly wearing a monogrammed white pullover under his jacket and carrying an ancient Winchester rifle, so if he was mad Mr Millin thought he might as well be ridiculous too, and struck up “Hielan' Laddie”. Lovat approved it with a thumbs-up, and asked for “The Road to the Isles”. Mr Millin inquired, half-joking, whether he should walk up and down in the traditional way of pipers. “Oh, yes. That would be lovely.”
Three times therefore he walked up and down at the edge of the sea. He remembered the sand shaking under his feet from mortar fire and the dead bodies rolling in the surf, against his legs. For the rest of the day, whenever required, he played. He piped the advancing troops along the raised road by the Caen canal, seeing the flashes from the rifle of a sniper about 100 yards ahead, noticing only after a minute or so that everyone behind him had hit the deck in the dust. When Lovat had dispatched the sniper, he struck up again. He led the company down the main street of Bénouville playing “Blue Bonnets over the Border”, refusing to run when the commander of 6 Commando urged him to; pipers walked as they played.
He took them across two bridges, one (later renamed the Pegasus Bridge) ringing and banging as shrapnel hit the metal sides, one merely with railings which bullets whistled through: “the longest bridge I ever piped across.” Those two crossings marked their successful rendezvous with the troops who had preceded them. All the way, he learned later, German snipers had had him in their sights but, out of pity for this madman, had not fired. That was their story. Mr Millin himself knew he wasn't going to die. Piping was too enjoyable, as he had discovered in the Boys' Brigade band and all through his short army career. And piping protected him.
The Nut-Brown Maiden
The pipes themselves were less lucky, injured by shrapnel as he dived into a ditch. He could still play them, but four days later they took a direct hit on the chanter and the drone when he had laid them down in the grass, and that was that. The last tune they had piped on D-Day was “The Nut-Brown Maiden”, played for a small red-haired French girl who, with her folks cowering behind her, had asked him for music as he passed their farm.
He gave the pipes later to the museum at the Pegasus Bridge, which he often revisited, and sometimes piped across, during his long and quiet post-war career as a mental nurse at Dawlish in Devon. On one such visit, in full Highland rig with his pipes in his arms, he was approached by a smartly dressed woman of a certain age, with faded red hair, who planted a joyous kiss of remembrance on his cheek.

Extracted from The Economist (August 28th 2010)


Norman Rockwell and Star Wars

Norman Rockwell (1894-1978) fue un popular ilustrador y pintor americano que a través de sus más de cinco décadas de profesión logró captar como pocos la esencia de la cultura americana. Rockwell se hizo famoso principalmente a través de dibujos que reflejaban la vida cotidiana americana, publicados en las portadas de la revista Saturday Evening Post.





También se destaca su contribución al movimiento Scout a través de los dibujos cedidos a portadas de la publicación Boy´s Life.

En 1943, en plena Segunda Guerra Mundial, Rockwell pintó la serie Las Cuatro Libertades, basada en el discurso del Presidente F.D. Roosevelt en el cual describió los cuatro principios para los Derechos Universales: La Libertad de Expresión, La Libertad de Culto, La Libertad de Vivir sin Miedo y La Libertad de Vivir sin Penuria.



También es renombrada su labor pictórica acerca del problema racial en Estados Unidos. Así, su obra "The Problem We All Live With" trata el problema de la integración racial en las escuelas, mostrando a la niña Ruby Bridges escoltada por agentes federales, mientras camina delante de un muro con pintadas racistas. Este cuadro fue exhibido en la Casa Blanca durante el encuentro que en 2011 mantuvieron la protagonista del cuadro y el Presidente Obama.


Como estamos en un año histórico para los fans de La Guerra de las Galaxias, con el esperado estreno del Episodio VII a finales de año, mi selección personal de Rockwell para 2015 se va a este cuadro. Tras él, la razón por la cual lo he seleccionado. Enjoy it!!!